sábado, octubre 11, 2008

Llegar


Y todo llega, tarde o temprano, llega.

Cuando llega TARDE, se sufre la espera, la ansiedad de la falta, la necesidad del encuentro, el fastidio de la demora.
Cuando llega TEMPRANO, se experimenta la sorpresa, tal vez la incapacidad de recibir, el peligro de no poder acoger.
Cuando llega en su momento, cuando aparece sin buscarlo pero sabiendo que se andaba para encontrarlo, cuando llega a Su tiempo... No parece importar que se haya navegado un mar de esperas pues al fin rompen las olas en la arena de los sueños que quieren ver realidad.
Tarde o temprano, luego de una noche de estrellas y luna fria, se hace ineludible la calidez de la presencia (del sol). Porque si las partidas nos dividen y seccionan, las llegadas nos completan y unen.