sábado, septiembre 27, 2008

Emptiness


VACIO...

...El que deja un objeto que estuvo en un lugar y ha sido removido, movido, mudado.
...El que define un espacio del que ha sido quitado el aire y en el cual los objetos no tienen resistencia, freno, balsamo ante la fuerza de la gravedad (y la situación se torna grave).
...El que deja el molde de galletas para niños cuando luego de estirar la masa se cortan las formas y quedan los espacios dibujando corazones, animales y figuras geométricas... El que dejan momentos de la vida que no vuelven.
...El que se acomoda muy adentro mientras un brazo se levanta por sobre el nivel de los hombros y sostiene a la mano que se mueve lentamente dejando ir a quien quisieras se quedara allí, contigo...

"Aire que sobra por alguien que falta" dice el dicho, luego de un suspiro.

viernes, septiembre 26, 2008

Pasa


No sé que escribir para darle letras y forma en un escrito a lo que me pasa. Porque lo que pasa, pasa. Y lo que me pasa hoy, mañana abrá pasado. Y el pasado, mañana no existirá porque será historia, especialmente parte de la mia.
Y si dejo pasar lo que me pasa, mañana será justamente pasado. Y también sé que hoy será lo que voy decidiendo que sea.

Pienso en que quiero disfrutar el viaje y no la llegada, porque si todo el viaje es en función de la llegada, cual sería el sentido del viaje de la vida? Los paisajes, los kilómetros recorridos y los momentos compartidos tienen un valor intrínseco tan grande que probablemente ellos den sentido a que exista una llegada.

Y Llegar solo, no sé si pueda festejarse.

Y desde la conciencia de lo que me afecta, soy conciente de que cuanto más lo soy, menos me veo afectado.

(Si no se entiende... Yo tampoco lo entiendo, pero me pasa...)

miércoles, septiembre 24, 2008

Recuerdos del mar...


A la orilla del mar dos amigos han terminado una semana que ha sido intensa y angustiosa. Hablan desde el corazón sobre casi cualquier cosa.
Entre pausas observan en silencio las olas que mueren a pocos metros, en la playa...hacen de coro al sol, mientras este se esconde en el horizonte. Uno de ellos abre un viejo himnario y comparte la lectura de un himno ("Quiero Jesús contigo andar").

Aquel antiguo himno se convierte en un oración cantada por dos a la orilla del mal que baña distantes orillas de la Patagonia argentina.
Y los minutos pasan y las olas siguen rompiendo y algunas toninas asoman comprobando que el sol se ha ido...
Dos hacen historia de a tres. Y Uno mira del cielo y sonrie, porque SOLO la fé los seguirá manteniendo en aquel lugar hasta que el verano acabe y sea tiempo de volver a ser cómodos y despreocupados estudiantes.

Gracias Oscar por los veranos que pasamos lado a lado remando en la misma dirección.

domingo, septiembre 14, 2008

Las caras de mis días...

Él se llama Sergio. Su apellido es de origen indio y tan dificil que no lo recuerdo. A la puerta de su casa autos de lujo se acomodan junto a su Harley Davidson. Me vió mientras caminaba a sacar la basura y me preguntó que hacía... comenzamos a hablar.Sergio con sus 50 años tiene una sonrisa con ventana entre los dos dientes que parece dejarte ver su alma. Gente buena, pero buena en serio. Me escucha y luego me comienza a contar su vida. Ayer drogas, errores, dolor y carcel. Hoy, familia, éxito, ganas de ser la mejor persona que puede ser cada día y de hacer bien. Más de una hora hablando... me despido y encontrarme con él ha sido lo mejor de mi día.

Ella es menuda y arreglada. Simpática y sonriente. Coqueta y fina. Se llama lola y habla un español con acento entre ecuatoriano y americano. Me cuenta de su vida, hasta que yo le comienzo a contar de la mía. Hacía 30 minutos eramos dos desconocidos y yo tocaba a las puertas de madera lustrada en su casa de Texas. Ahora, nos mirabamos de frente y con sus 70 y pico de años (que no se notaban) me habla con un corazón lleno de la sabiduría que le dio la vida. Vivió en Arabia, Alemania, Ecuador, España y ahora USA. En otras palabras y en sus palabras, se veía que realmente había VIVIDO.
Y le escuché sus consejos, y le conté de lo mio... y me sentí a gusto.
El fin de semana siguiente estaba comiendo asado con su esposo, hijos y un amigo que había peliado en la segunda guerra mundial. Hubo historias, anecdotas, risas y cantos al compás de su guitarra. Y Lola me saludó al final de la velada con cariño... Cariño que floreció luego de una tarde compartida sentados a la sombra e ignorando el calor Tejano.

Y hay gente tan buena por allí y por aquí. Y hay gente que te hace tanto bien...


Gracias Sergio, Gracias Lola.

La capilla


Cloudcroft, New Mexico, USA.

Promedia Septiembre y estoy entre medio de montañas en una capilla rodeado del silencio. La luz de la luna dibuja la silueta de las montañas recortadas de pinos que rodean a este valle.
En mi mente se arremolinan mil pensamientos. En mi corazón, un sin fin de sentimientos... soy un mar de recuerdos y una colección de sueños. Y soy tantas cosas que me cuesta SER... y ESTAR simplemente en este momento... Momento que no vuelve y sin el cual el tiempo de mi vida permanecería incompleto. Y me cuesta estar aquí, y descansar siendo... transcurriendo... durando... por un rato, una pausa, un recreo... antes de volver a la ciudad, al día a día, a la inconciencia automatizante.

Y Dios se hace tan claro, tan cercano, tan DIOS en este instante. Y en el medio de mis angustias seguramente es Él quien me recuerda que el 14 de Sep. de 2008 no volveré a vivirlo nunca más. La chance de esculpir un recuerdo que honre la memoria de la vida que estoy tallando es ahora.
En el medio de las montañas y en el valle, esta capilla le da lugar a ESTE momento de mi vida.

Pensar algo... y saber algo

8:40 am. Aeropuerto internacional de Brasilia.

Esperaba el vuelo de Varig a Buenos Aires mientras mi vista saltaba entre mi reloj y el libro que tenía entre manos. Parado inquieto al lado de los estantes de aquella libreria, me llamó la atención aquel título "Mentiras en el altar". La autora prometía hablar no de lo que pensaba, "sino de lo que sabía". Me dejo pensando... me proponía un libro que no hablaba desde la teoría (que no le faltaba al chequear su curriculum) sino desde lo que le había enseñado la vida, desde lo que había aprendido caminando por las calles de los sentimientos y las relaciones. Y no se enorgullecía de los fracasos que "tanto le habían enseñado", sino que se disponía a abrir con sinceridad un dialogo con el lector, dialogo desde lo que SABÍA, no desde lo que pensaba.

Nada... me dejó pensando. Pienso mucho, sé bastante poco.

Y miré el reloj! Y fuí el último en entrar al avión. Casi lo pierdo...