domingo, mayo 22, 2011


Trasnoche, cansancio y 15 minutos de lucidez. Estos son los ingredientes de este post que no quiere irse a dormir sin ser escrito:

No está nada dicho, y por momentos pareciera que no hace falta decir nada más. Sin embargo para el que se quemó con leche, ve la vaca y llora. Y te volvés fóbico, desconfiado y descreído. Pero cuidado, te volvés todas esas cosas especialmente con vos mismo.

Y en el baúl de los recuerdos o el sarcófago de tu pasado... descansan incansables las memorias de lo que aprendiste para no repetir y te lo repetiste mil veces; todo para descubrir que algunas cosas vuelven enganchadas a su propio circulo karmático del que, no te engañes, todavía no saliste. Que alguien me explique por qué uno puede volver a lo mismo sin ser el mismo... Diganmé ¿por qué?

No estar seguro de tus sentimientos, o estar seguro de que tus sentimientos no son los que quisieras, puede ponerte en una situación tan incomoda como la misma soledad. Sí, la misma soledad de siempre.

Hoy es 6 de Junio, esto lo escribí el 22 de mayo. Hoy no es ayer, hoy es hoy.