lunes, noviembre 22, 2010


Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos.
Que el viento sople a tus espaldas.
Que el sol brille cálido sobre tu rostro.
Que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos.
Que todo don de Dios crezca en ti y te ayude
a llevar la alegría a los corazones de cuantos amas.

Y hasta tanto volvamos a encontrarnos,
Dios te guarde en la palma de su mano.

Antigua bendición irlandesa.

Me parece un texto fantástico. Me lo regalaron impreso sobre una tarjeta hace casi dos años. Fue muy nostálgico encontrarlo marcando la página de un libro que retomé hace poco sobre los cambios, las perdidas, los duelos. Espero les guste.