domingo, abril 20, 2008

“Orar es pedir lluvia y fé, salir con paraguas”


Cierta vez escuché esta frase que en su humorada tiene mucho sentido.

¿No nos sucede que no oramos por ciertas cosas porque nos parecen imposibles?

La fé es la seguridad de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Heb. 11:1). Fé es tanto pedir como también animarse a recibir lo que pedimos. Cuando oramos muchas veces lo que pedimos necesitan de Dios para realizarse…

Que tal si nos animamos a pedirle a Dios cosas imposibles, experiencias que solo pueden ser producidas, dirigidas y bendecidas por Él…
La idea que queremos resaltar es la necesidad de pedir con fé, pero también de esperar con fé.

Es por esta razón que el creyente verdadero, cuando recibe lo que pidió conoce que Dios le ha contestado: en primer lugar, porque no hay otra forma de explicar la bendición que recibe y en segundo lugar porque estaba esperando expectante la respuesta.

Así es que el acto de fé, se da tanto al pedir como al recibir y es causa y efecto de ambos momentos.

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