viernes, abril 02, 2010

Ella


Bastaron 5 cuadras, 2 paradas y un 113.
Bastaron 3 miradas, 1 sonrisa y 100 rizos de oro. Yo me enamoré.

Ella pelaba su palito de la selva, primero el lado de arriba, luego el de abajo que ahora estaba arriba.
Sus pequeños deditos y uñas no dejaban de tirar. Toda ella, intentaba despegar el papel con cara de concentrado esfuerzo.

Y me miraba, y nos mirábamos. Y yo sonreía y ella se avergonzaba. Y cuando se dio por vencida con el caramelo, suspiró profundamente y me miró.

Yo suspiré también, profundamente.

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Y la vida por esos tiempos era simple, y un viaje en colectivo de casa a la escuela bastaba para sacar el corazón de paseo.

1 comentario:

Jenny dijo...

Me arrancaste una sonrisa y el pensamiento: "Qué bueno que existan hombres detallistas y que decidan detenerse para observar a situaciones como estas!".
Me encantó!

Jenny