sábado, enero 30, 2016

Presente

Corro, no pienso, corro.
Corro al horizonte, siempre horizonte, corro.
Corro, menos aire y más cansancio, corro.

Me persigue el pasado.  Incorregible, inaccesible, lapidado y firme.  Me saludan el agradecimiento, la sabiduría, la nostalgia y el arrepentimiento de lo que ahora fue y siempre será.

Por delante futuro.  Inmarcesible, abierto, lleno, límpido.  Todavía allá, nada aquí, pero un poco allá y otro aquí.  Y me saludan la señora ansiedad, me presentan a incertidumbre, se sienta de un lado la pregunta y del otro el temor.  Pero a la cabecera solo tiene derecho a sentarse quien yo decida.
Ninguno de ellos está allí.

Corro, la pendiente se acentúa, no hay pausa, corro.  El paisaje hipnótico y amable me invita, me tracciona.  Y cuando corro, hay mucho presente. Corro.

Y estoy finalmente aquí.  Vencido por el relato jadeante que delata mi agotamiento y mi disimulable satisfacción.  No disimulo. Corro.

Y el presente se abre ante mi como un regalo, después de todo ¿No es eso un "presente"?  Y me sorprende la nobleza de nuestra lengua que se anima a designar al momento más inmediatamente disponible como una gracia.

Corro, y me encuentro con ella, con Él y con la increíble oportunidad de vivir.

No hay comentarios.: