lunes, marzo 31, 2008

Límites


Los niños, especialmente los más pequeños, buscan encontrar límites constantemente. Se empeñan por probar hasta donde pueden ir...
Hay estudios que muestran como los niños que no son criados en base a pautas claras, se vuelven violentos, anárquicos, rebeldes, hostiles o agresivos... en mayor medida que los que son criados en hogares en donde los límites son expresos.

El niño parece necesitar límites para sentirse en un mundo seguro. La ansiedad que provoca la indiferencia puede ser considerada nociva. El no saber qué es lo que se pretende de él, qué es lo que se entiende como correcto y esperable, deja al infante inseguro y pidiendo atención desafiando los límites que no consigue encontrar.

Con el tiempo y luego de crecer en un ambiente que se torna seguro por la demarcación clara, el niño está preparado para elegir los propios confines. Los límites le marcan hasta donde puede llegar, que es lo que su mundo abarca. En los límites el psiquismo del niño encuentra un marco de seguridad.

Cuando somos adultos los límites, aunque de distinta forma, aportan seguridad. Una persona que no sabe expresar lo que desea y lo que no desea de otros, que no sabe decir "no"... Tarde o temprano se encontrará con el problema de la insatisfacción y la búsqueda desenfrenada de algo que falta. Esa falta puede ser definida como la incapacidad de sentirse seguro con lo que tiene y la inhabilidad de vislumbrar lo que desea conseguir. Seguirá desafiando límites hasta que encuentre los suyos propios.

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1 comentario:

Maru dijo...

me remonto a mi niñez: entre otras cosas se me vienen a la cabeza los miles de lugares por donde anduve con "amiguitos/as" de la calle porque mis padres estaban completamente ausentes, no tuve límites... y vuelvo a pensar en mi sentir actual y me describiste acá: "...insatisfacción y búsqueda desenfrenada de algo que falta..."
me dejaste picando la pelota, me dejaste dando vueltas el balero...