martes, mayo 06, 2008

Esper-ando, así ando.


Hoy me dispongo a escribir sobre mi mayor esperanza. Aquel pensamiento que de solo sentir que se avecina en mi pensar, cambia mi timia más profunda.

Cambiemos la pregunta, pues el punto no es ¿Cuanto aún hemos de esperar a Jesús? Sino ¿Cuanto aún ha de esperarnos Jesús a nosotros?

Llegará el día en que nos despertaremos por última vez, en que iremos a dormir por última vez, en que escribiremos un email por última vez, en que postearemos por última vez, en que compraremos por última vez, en que perdonaremos por última vez, en que lloraremos por última vez, en que diremos adiós por última vez, en que sufriremos por última vez, en que dudaremos por última vez.

Llegará el día en que el mal expirará y el mundo como lo hemos conocido sufrirá cambios definitivos y drásticos.

Hace 28 años que yo lo espero. Hace más de 2000 que Él me esperaba. Y me pregunto hoy y te pregunto, el hecho de que hayamos nacido y seamos parte de la existencia, hará que en los cielos una persona más comparta la eternidad y sea parte de la vida de Dios?
Más allá de mis dudas, luchas y desengaños con la fé, quiero encontrarme con el que me espera hace tanto tiempo.

Todo me sabe tan secundario mientras termino de escribir esto… Simplemente quiero estar allí.
Quiero vivir como si Jesús hubiese muerto ayer por mi, como si Él hubiese resucitado hoy y como si mañana fuéramos a encontrarnos. Por qué? Porque me hace bien, porque lo quiero y porque lo extraño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras leo cada renglón,
tengo la certeza de Su presencia a tu lado.
Te imagino disfrutando con Él por la eternidad.
Gracias una vez más por hacerme tanto bien, por ayudarme a renovar mi esperanza!.
S.E