sábado, mayo 31, 2008

Media noche, día completo


(Me acompaña el silencio de la noche y la compañía de la música. Justamente eso, la compañía, la alteridad, el encuentro con el otro).

Todo comienza al retornar a casa luego de las horas de oficina. Un compañero me invita espontáneamente a salir a pasar un momento haciendo nada en un centro comercial de Brasilia. Y allí vamos, los dos, en salida de amigos.

Más tarde y mientras el sol se esconde me encuentro con emails de personas a las que quiero. Aparece online mi amigo “el polaco” (pero literalmente) con el que viví 14 meses y con la charla surgen mil recuerdos. Él en Inglaterra, yo aquí. Los recuerdos? Allá y aquí…
Luego aparece mi primo, tipo de oro, privilegio de pocos el tener uno como el mío. Y a esto se le suma la llamada a mi mejor amigo, el chat con mi hermana (de las personas que conozco, estos dos se llevan todos los premios) y finalmente llega el postre mientras me hace compañía en la distancia la mujer que posee mi corazón.
Se me fue el día, y miro a las estrellas y me siento tan en paz, tan lleno y tan feliz... Estoy agradecido de que existe gente tan valiosa pues mi alma hoy se ha paseado por paisajes que solo pueden ser evocados por la magia de la presencia de los que perfuman mi vida con la suya.
Hoy he aprendido, recordado y reafirmado que las cosas más importantes en la vida no son cosas.

Gracias a ustedes.

Gracias a Dios (pues Él es el que llega cuando todos los demás se han ido y vuelve a traer a los que siempre han estado allí).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuántos encuentros, sos realmente afortunado!.
Y yo que te conozco, y se de quienes hablás,me siento como vos:"en paz", "feliz".
Gracias por la magia de tu relato, por no guardártelo y compartirlo!!!.
S.E

Anónimo dijo...

En tus letras me recuentro con parte de la dulzura y el talento que guarda tu persona.
Sos literalmente exquisito.

Camille Stein dijo...

precioso post...

gracias y un saludo :)

Anónimo dijo...

tttt