domingo, mayo 11, 2008

Una historia de la Ética


AVISO IMPORTANTE: ESTO ES ABURRIDO!


La historia de la ética nos plantea la forma en que el hombre a través del tiempo ha lidiado con la idea del bien y el mal, de lo bueno y lo malo, de lo normal y lo ideal, de lo esperado, lo ideal, lo deseable. Colocando un punto de partida arbitrario y occidental, podemos señalar como primera etapa en la historia de la ética a la era del “SER”. Momento sellado por personajes padres de la civilización occidental como Sócrates (el mal es la ignorancia), Platón ( el bien está en el mundo de las ideas que percibimos solo en parte en el mundo sensible) Aristóteles (el bien esta en lo último y absoluto). Lo importante es que en esta época para los griegos la preocupación era conocer el ser de las cosas, como realmente eran las cosas. Y desde esta preocupación construyen su reflexión ética.

Luego en la edad media se pasa a otra etapa, la etapa de la “CONCIENCIA”. En esta etapa el interés se centra en el deber, en el “deber ser”, ya no en la naturaleza de las cosas sino en su situación óptima, ideal. El interés está centrado en el como "debería ser lo correcto". Aparece San Agustín y más tarde S. Tomas de Aquino, Kant (este ya fuera de la E. M. por supuesto). Hume también puede ubicarse en esta etapa pero a diferencia, basa su reflexión ética en la emoción, no en la razón. La emoción determina el deber ser y ya no la razón.

Finalmente acabamos en la era del lenguaje, como se denomina a la era actual, posmoderna, ecléctica y nihilista. La era del lenguaje es la era de lo relativo, de la negación de lo absoluto. Es la consecuencia de un desencanto profundo con la razón como medio para encontrar el "ser" de las cosas, la razón buscando el “deber ser”, no nos lleva a ninguna parte. Acaso es necesario llegar a alguna parte?

Ahora veamos que tiene la ética cristiana para ofrecernos. La ética de Cristo se basó en el amor. Amor al prójimo y amor a Dios (esta es la ley y los profetas, Luc. 10:27). Todo se resume en amar, en practicar la regla de oro, con mi amigo y por mi enemigo. El amor por sobre todas las cosas. Tal vez el amor no sea emoción o sentimiento (ética posmoderna y situacional), no sea razón ni reflexión intelectual (ética del deber ser y de la conciencia). El amor tal vez sea un principio. Los principios nunca dejan de ser de modo que deben hacer pie en la VOLUNTAD. No en la razón, no en la emoción. La ética cristiana, entonces, será tan fuerte y tan débil en su praxis, como lo es nuestro amor y voluntad.
(Y luego de escribir esto, me pregunto: para que escribo estas cosas?)

1 comentario:

http:/www.youtube.com/foforitafresa dijo...

Pues las escribes para ayudar a pobres almas que buscan su tarea, muchisimas gracias...Me sirvío de muchisimo.