Palavrões I

(Advertencia: Si usted ha sido educado en un ambiente en donde las malas palabras eran referidas por sus primeras letras, con sonidos onomatopéyicos o reemplazadas por palabras similares, tal vez este post no sea para usted. No quiero herir susceptibilidades o faltar el respeto, es por eso que quería avisarle que no debería leer lo que sigue).

Siendo que decidió seguir, espero no le ofendan las siguientes líneas. Es que hoy me levanté con la idea de escribir algo acerca de ella. Ella que es recordada muy a menudo con efusiva espontaneidad y despertando las más sentidas pasiones.
De seguro ella no los reconoce y ellos nunca la identificarían como suya. Sin embargo, se le han adjudicado innumerables...
Ella ha conseguido ser bien recibida tanto en la alegría como en la frustración.

Ella tiene la capacidad de tomar la forma de casi cualquier significado si se adecua acertadamente la entonación. Puede hacerse presente en situaciones generales del diario vivir o en las particularmente especiales. Como sea, siempre se presenta como madre.

Y ella es: “La Puta Madre” (ups!).

Después de todo si es madre, debe ser buena, no? Así que eso de mala no le va. ¿Cómo una palabra puede serlo si además es capaz de ser madre? Y madre no de cualquiera, sino de CADA UNO!!! Digame la verdad, albergar semejante familia en sacrificada maternidad… no le parece admirable?

Brindo por usted señora! Y la reivindico ya que he conocido a algunos que necesitan una madre, y especialmente una como usted (y sí, no me diga que usted, querido lector, no conoce a otros también).

Salud!