lunes, enero 03, 2011

¿La carta o el sobre?

Sentí un alivio infinito, como si ese pequeño sobre apaisado sobre mi cama fuera el talismán que quebraba terrible día de pesadilla.

Me llamó menos la atención el color que el perfume. El color: celeste anémico que algún tiempo atrás, en el momento de comprarlo pudo haber sido algo así como un lavanda. Me llevé el sobre a la nariz. El perfume (una mezcla de papel, nicotina y

chicle Big Red de cinnamon) no hacía juego con el color del sobre, con el momento que vivía ni con parte de las huellas (tal vez del cartero) que se encontraban ensuciando "mi" sobre. Lo sentí muy "mío". Pues ahora lo era, después de todo tenía mi nombre escrito en letra mayúscula y prolija, clara evidencia de que había sido preparado con la paciencia y la premeditación necesarias. Preparación que lo convertiría desde el momento de enviado en mi futura propiedad.

No había remitente.

Miré el sello del correo, leí "Tucson, Arizona".

Para entonces, la toalla que circundaba mi cintura y las gotas que todavía colgaban de mi espalda me incomodaron. El verano a esta hora del día no conseguía evitar el escalofrío. Eso sí, mi curiosidad logró disuadirme de dejar el asunto para después y con medio sobre abierto descubrí que tenía la carta y un par de fotografías ya en las palmas de mis manos. Pestañé varias veces, la letra no me dejaba lugar a dudas. Pero las fotografías contradecían todas mis expectativas...

1 comentario:

Bell dijo...

..you took me back to the last time i got a letter on the mail... amo las cartas.. i hope your expectations weren't completely crushed ...